Aunque musicalmente son distantes, el Cuarteto Sharberg, Zaki, Camelo y Diente Amargo son parte del nuevo rostro de la música salvadoreña. Cuatro propuestas con identidad clara y mucha calidad. Este viernes compartieron cabina en el programa de Carlos Galicia (Adrenalina, Protocolo 2): Hechos de Música, que se transmite todos los viernes a las 07:00 p.m., por radio Punto 105.
Que el entrevistador haya sido Galicia dio un matiz interesante, porque él fue uno de los iconos de la época de oro del rock nacional, en la historia reciente. Para este cantautor las cuatro propuestas marcan un nuevo estándar para la música hecha en el país. Por eso las eligió para hablar de la escena en 2018 y las proyecciones para el nuevo año.
“Lo más valioso para nosotros del año pasado es la manera con la que estamos rompiendo el estigma de que algo sea bueno y sea sorprendente”, mencionó Guillermo Esquivel, del Cuarteto Sharberg.
Las palabras de Esquivel son fáciles de sostener al contrastarlas con la realidad, porque el Cuarteto Sharberg hace música académica, algo que de entrada podría leerse que solo será recibida por un pequeño público, pero en diciembre publicaron su álbum debut y fue bien acogido por propios y extraños. También recibió excelentes críticas en los conteos de fin de año, llegando a ser considerado el mejor disco de 2018.
“La escena no está unida porque estemos colaborando entre nosotros, necesariamente, sino porque todos lo estamos haciendo con la misma intensidad”, añadió Guillermo.
“El hip hop ha sido el más estigmatizado en nuestro país con respecto a la relación con las pandillas. En mi caso y en el 90 por ciento de los casos de las personas que pertenecemos culturalmente al hip hop venimos de entornos violentos, de lugares conflictivos. En los cuales las oportunidades o las aspiraciones de hacer cosas que no vayan en el rutinario que te obliga el barrio a cumplir son casi imposibles para muchos de nosotros. El hip hop como tal creo que fue una puerta muy grande para que la sociedad pudiera encontrar diferentes maneras de expresión para sacar toda esta violencia que vivimos a diario”, comentó, por su parte, Zaki.
Zaki es un rapero salvadoreño que actualmente vive en Guatemala. Tiene cuatro discos como solista. Hechos en un periodo aproximado de cinco años. Ha visitado diferentes países, no solo del este continente, sino de Europa.
“A pesar de nuestros entornos podemos realizar cosas grandes y diferentes que puedan llevar a la cultura musical de El Salvador a generar una industria para que el artista nacional pueda vivir de eso”, agregó.
Jorge Gómez, de Camelo, sumó a esa conclusión: “Todas las propuestas, a pesar de ser diferentes, hemos nacido como una respuesta a una necesidad de la sociedad. No hemos nacido como: «Ay, ojalá les guste». Realmente queremos responder a algo que observamos dentro de la sociedad y que nosotros tenemos fe que a través de esto que vamos a hacer podemos solventar aunque sea un poco”.
Camelo es una joven banda de El Salvador de vocación comercial. Su pop no es plástico, es sólido, porque se trata de músicos con mucho talento y energía. En su corta carrera ya consolidaron una base de seguidores y son capaces de encender cualquier escenario.
Cada una de las propuestas tiene su propia hoja de ruta. La de Diente Amargo es la contestaría. En un aproximado de dos años también han consolidado a un público bastante heterogéneo. También liberaron su álbum debut, que tuvo una buena recepción.
La receta de Diente Amargo, según Dino, su vocalista, es “quejarse en salvadoreño”. “Es música hecha aquí para nosotros”, asegura.
Los invitados también coincidieron en que la música debe ser una experiencia completa, haciendo uso de otras expresiones, como las audiovisuales y gráficas. Además exhortaron utilizar todos los canales existentes en internet.
Al final Galicia pidió que dieran consejos breves a las personas que están pensando en crear su propia música. “Seriedad. Si vos no te tomás en serio, nadie más lo va a hacer. Y segundo, si hacés algo bueno, la gente tarde o temprano se dará cuenta. Y tener claro por qué lo hacés”, respondió Esquivel.
“Pongan atención a lo que los rodeo y que sepan traducir lo que la realidad les dice”, mencionó Dino. “Que el éxito no sea lo que te mueva, porque te vas a frenar al principio”, amplió su compañero de banda, Calígula.
Gómez, por su parte, aconsejo: “Hacer las cosas con respeto para el público y para uno mismo”. Y Zaki propuso: “Soñar. Soñar. Creer en lo que te dice el corazón”.