Texto: Raúl Benítez
Fotografías: Lissette Lemus, Melissa Paises y Raúl Benítez
Cientos de imágenes de pequeños infantes recorrieron las calles de Antiguo Cuscatlán, en La Libertad, en conmemoración de los Santos Niños Inocentes. Este año, decenas de personas agradecieron bendiciones concedidas.
Entre los favores solicitados por los feligreses está la salud de algún familiar, mantener trabajos o intercesión por familiares detenidos o encarcelados durante el régimen de excepción.
La fiesta, que se conmemora cada 28 de diciembre, recuerda a los niños inocentes que, según la tradición católica, murieron por órdenes del rey Herodes, quien buscaba acabar con la vida del niño Jesús.
Desde temprano, personas de distintos lugares visitan la ciudad para presentar a sus niños y formar parte de la procesión de los Santos Niños Inocentes.
El desfile es encabezado por la imagen de Santa Juana, una mujer qué, según explican las autoridades religiosas del municipio, salvó a muchos niños de morir, durante la masacre ordenada por Herodes.
Durante la pandemia, la procesión fue suspendida durante 2020, debido a las restricciones sanitarias y de movilidad por el COVID 19. Durante ese tiempo, algunos devotos fallecieron o ya no pudieron llegar hasta las calles de Antiguo Cuscatlán, pero sus familias mantienen vivo el rito.
Antiguo Cuscatlán clausura la celebración de los Santos Inocentes, su fiesta patronal, con una tradicional “quema” de pólvora; para ello se cierra la calle principal del municipio para que las familias puedan llegar y disfrutar de las luces.
El atractivo principal de esta parte de la fiesta es la tradicional carrera del “torito pinto”. Esta consiste en distintas estructuras de madera que lanzan cohetes y pirotecnia al público, quienes ríen mientras esquivan las embestidas de estos toros de fuego.