“ESO TE QUEMA EL ESPÍRITU…”
Sobre la película La batalla del volcán
Nací en 1980 y viví los primeros seis años de mi vida en la capital; para mí la guerra civil no pasó de no poder salir de casa después del toque de queda y apagones de energía eléctrica… no recuerdo ni los noticieros ni los periódicos. Lo más cerca que me tocó la guerra fue un 11 de noviembre de 1989, el primer día de la ofensiva Hasta el tope: tenía nueve años, estaba en una boda civil en una casa en Antiguo Cuscatlán y ninguno de los invitados se pudo retirar hasta el día siguiente, pañuelos o trapos blancos en mano; con mi familia regresamos a Santa Tecla y no supe más y no recuerdo más del conflicto hasta el asesinato de los jesuitas, luego dos que tres noticias sobre las negociaciones y al final la nota tanto del logro de los acuerdos y la firma de los mismos en 1992.
La guerra se me reveló hasta en la universidad, allá por el 2000: en la biblioteca tenían libros testimoniales tanto de guerrilleros, de médicos que se quedaron en la zona rural del país, de periodistas que cubrieron el conflicto… empezaban a sumarse libros de militares, contando también cómo lo vivieron; luego derivé al internet y encontré videos, la mayoría extractos de coberturas periodísticas, que mostraban crudamente el horror en cuerpos desmembrados, estallados e infraestructura destruida. Con los años conocí a varios amigos que vivieron el conflicto y estuvieron en la ofensiva; escucharles, cuando se decidían a hablar, le dio otras luces y perspectivas a ese caleidoscopio que fue y sigue siendo la guerra.
Hoy en mayo de 2019 llega a los cines salvadoreños el documental La batalla del volcán; de los 12 años de guerra civil, la película se concentra en la ofensiva de 1989, esa llamada Hasta el tope, que según datos duró 30 días de combate y fallecieron 3,000 personas. A 30 años después de los sucesos, nos llega una pieza filmográfica muy documentada en mapas, cartografías, fotografías y videos de archivo, sumados a las voces y experiencias de quienes hace 30 años combatieron en ambos bandos, llevados a los lugares exactos de sus altercados, recreando lo que vivieron y teniendo el contrapunto de a través de videos de cómo se veía en 1989 el sitio y cómo se ve a la fecha.
Este proyecto de Trípode audiovisual, casa productora salvadoreña, tomó seis años de creación, desde su gestación como idea hasta su circulación en nuestras salas salvadoreñas; para su producción contó con la inyección de diversos fondos y apoyos, entre ellos el premio Pixels Pro del Ministerio de Economía de El Salvador. Antes de venir al país, la película trae consigo un recorrido previo por festivales y muestras, además de premios y reconocimientos.
¿Quién querría ver fuera de El Salvador una película sobre la guerra?, ¿y sobre un trozo de la guerra y no sobre toda?, ¿por qué se premia un material cómo éste?, ¿por qué consiguió fondos y apoyos internacionales?… ¿Por qué nosotros, los salvadoreños, deberíamos verla? Las virtudes del material pasan por mostrar y no juzgar, desde lo discursivo de los testimonios hasta los diversos protagonistas: los combatientes de la guerrilla, esos que se tomaron posiciones y se asentaron a defenderlas y avanzar; los militares y cuerpos policiales, que debían “recuperar” esos espacios y sacar a esos “terroristas”; la población que padeció en lo urbano ese cruce de fuego y que además se involucró sin estar organizada; los periodistas, esa muestra y homenaje al trabajo de quiénes grabaron y anduvieron cámara en mano bajo fuego rodando y entrevistando, esos gracias a quienes podemos ver y tener la voz de los civiles, los militares y la guerrilla; y la ciudad misma, porque 30 años después muchas de las edificaciones persisten y esa persistencia hace que casas y edificios sean testigos de bajareque y cemento, de lo que vendría a ser un museo urbano de la guerra.
La película nos lleva a nosotros, esos que nunca estuvimos, a esos lugares y personas de hace 30 años, seres humanos que hoy siguen marcados, que siguen siendo y estando en la sociedad; a través de la estructura del documental, las palabras y miradas de los protagonistas nos dan la oportunidad de ver y estar en un trozo de historia, que por hoy les sigue provocando dolor, reflexiones, agradecimientos y lágrimas.
Si para mí la guerra no pasó de un par de vivencias poco trascendentales, para los que vienen después de los 80’s es un contenido más de Estudios Sociales en el bachillerato, y además, de forma somera: el Ministerio de Educación en 1994, en el tomo II del libro de Historia de El Salvador, esos doce años de guerra se relatan de la página 250 a la 256; en 2009, el mismo Ministerio en la colección Cipotes y cipotas, el libro Estudios Sociales y Cívica 1 para bachillerato, aborda la lección 3 “De la guerra a la paz”, de la página 67 a la 69, con todo y los acuerdos de paz… Siendo docente universitaria, estudiamos el libro Héroes bajo sospecha de Índole editores e invité al autor, Geovani Galeas, a conversar con los jóvenes a propósito del libro: eso que a los chicos les había parecido una ficción, en voz de Geovani se convirtió en un testimonio vivo de todo eso que les habían contado sus padres
y de esas 6 a 3 páginas vistas en el colegio… suficiente, dirán algunos, y para qué seguir revolviendo eso, dirán otros… a 27 años de la firma de los Acuerdos de paz seguimos viviendo las consecuencias del conflicto armado, que algunos ahora tratan de invisibilizar nuevamente a través de la propuesta de ley de reconciliación nacional: las reconciliaciones nunca deben ser perdón y olvido; éstas debieran pasar por el diálogo, por procesos de justicia restaurativa, por estudios críticos e investigación histórica tanto en impreso como en video, en foros de discusión, en ver esos 12 años de guerra desde lo sociológico, económico, antropológico y los derechos humanos; esa generación de la guerra sigue viva, muchos padeciendo todavía las consecuencias y otros por ejemplo siendo diputados en la Asamblea; las siguientes generaciones vivimos en la realidad que han construido esos que padecieron 12 años de sangre y balas, y que han tenido injerencia en 27 años de historia democrática… ¿nosotros mismos, nuestra historia, nuestra identidad de verdad es solo un pasar de página?… proyectos como La batalla del volcán agregan una sana, necesaria y refrescante mirada a solo 30 de los 4,320 días de guerra.
Es un producto audiovisual desde ya necesario como recurso didáctico en nuestro sistema educativo, y no donado ni gratis, porque ya es hora de pasar de menospreciar los productos locales a valorarlos a través de la debida retribución que como contenido creativo audiovisual se merece. La batalla del volcán es un material idóneo para continuar con el proceso de reflexión, porque la guerra es la suma de muchas historias, vidas que fueron y son historias, y nosotros, los seres humanos, somos historias que necesitamos ser contadas.
Y si lo anterior no basta para verla, que sea entonces por El Barón, miembro de la policía en 1989, quien 30 años después en el documental nos dice que la guerra, ese pedacito de conflicto, “eso te quema el espíritu…”
Ficha técnica
Género: Documental
Formato: Video HD Color
Idioma: Español
Subtítulos: Inglés
Productoras: Trípode Audiovisual, Cine Murciélago, Argos Comunicación, Caravana
País: México, El Salvador
Año: 2018
Duración: 102 min.