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Imagine a un grupo de 25 jóvenes salvadoreños organizándose con un solo propósito en común.

Cuando alguien pone esa imagen en la mente ¿qué se le ocurriría?

Podríamos asegurar que una orquesta de cuerdas es la última opción que hubiera elegido un salvadoreño común. Sin embargo esa utopía existe y se llama JOCA.

¿Cómo nace JOCA?

Tras una convocatoria entre varios conocidos por proyectos en común nació la idea de crear una orquesta de cuerdas, una camerata, violines, violas, contrabajos y violonchelos. Ahora este proyecto reúne a unos 30 artistas para dar nueva vida a la música. Vanessa López, violinista, recuerda que “la orquesta fue una idea inocente que se ha transformado en un proyecto serio que ahora tiene una directiva y planes de crecimiento concretos. Y que ya sabe que es lo que funciona y que no para sus planes a futuro”.

 Su primer concierto fue autofinanciado en una especie de “cuchubal” entre todos los miembros de la camerata con la firme promesa de devolverse la inversión con el producto de la taquilla. Su primer concierto, el 25 de abril de 2016, dio tan buen resultado que así trabajaron de ahí en adelante.

El buen trabajo ha traído consigo apoyos de alcaldías, empresas privadas, museos e instituciones culturales; pero JOCA sigue con su apuesta de ser independiente y consciente de que, gracias a los logros, mantienen su estatus de “ensamble” como carta de presentación.

 El legado de JOCA

JOCA no sólo tiene  la misión de hacer música y unirse para demostrar que el amor por lo que se hace te mantiene unido, como ellos lo han logrado. Tienen objetivos concretos, como dejar a las nuevas generaciones grabaciones de calidad de piezas musicales que han sido transmitidas por generaciones entre los maestros de sus maestros hasta llegar a sus manos, pero nunca antes habían sido actualizadas.

La Joven Camerata de El Salvador, es un esfuerzo independiente por hacer música de academia. Un colectivo de personas no mayores de 30 años que se han logrado a la titánica tarea de organizarse para rescatar, pulir, documentar y darle nuevas perspectivas a mucha música de académia latinoamericana, pero sobre todo salvadoreña.

Maquilishuat bajo la lluvia 

de  Lidia Villavicencio  y 
Bajo el almendro
de David Granadino

Son las primeras piezas que gracias a la Joven Camerata han cobrado vida en plataformas digitales para que estén al alcance de todos.

“Grabar no es barato”, dice su director Bryan Cea, “pero vale toda la pena ya cuando  logras ver el resultado. 

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https://www.youtube.com/watch?v=r9j5rBXIgLchttps://www.youtube.com/watch?v=OlM7-fhEsoU&t=3s

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